sábado, 4 de diciembre de 2010

Parábola de los talentos



Uso de los Talentos: Mateo 25, 14-30

"El Reino de Dios es como un hombre que estaba a punto de irse a otro país, llamo a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero. A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y otro mil: A cada uno según su capacidad. Entonces se fue de viaje. El empleado que recibió las cinco mil monedas, hizo negocio con el dinero y ganó otras cinco mil monedas. Del mismo modo, el que recibió dos mil, ganó otras dos mil. Pero el que recibió mil fue y escondió el dinero de su jefe en la tierra.

Mucho tiempo despues volvió el jefe de aquellos empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos. Primero llegó el que había recibido cinco mil monedas y entrego a su jefe otras cinco mil, diciendole: señor, usted me dió cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané, el jefe le dijo: muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fieste fiel en lo poco te pondre a cargo de mucho más. Entra y alegrate conmingo. Despues llevó el empleado que había recibido las dos mil monedas y dijo: Señor, usted me dió dos mil y aqui tien otras dos mil que gané. El jefe le dijo: Muy bien eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco te pondré a cargo de mucho mas. Entra y alegrate conmingo. Pero cuando llegó el empleado que había recibido las mil monedas, le dijo a su jefe: señor, ya sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no sembró y donde no esparció. Por eso tuve miedo y escondi su dinero en la tierra. Pero aqui tiene lo que es suyo el jefe le contestó: tu eres un empleado malo y perezoso, pues si sabía que cosecho donde no sembré y que recogo donde no esparcí, deberías haber llevado mi dinero al banco, y yo al volver habría recibido mi dinero más los interéses.

Y dijo a los que estaban allí: quitenle las mil monedas y désenlas al que tiene diez mil. Porque al que tiene, se le dará mas y tendrá de sobra, pero al que no tiene hasta lo poco que tiene se le quitará. Y a este empleado inútil, échenlo fuera, a la oscuridad, donde llorará y le rechinarán los dientes".

Proverbio 16,2O
"Al que bien administra, bien le va; !dichoso aquel que confía en el Señor!"

No hay comentarios:

Publicar un comentario