Se le atribuyen cientos de milagros y entre la creencia, la esperanza y la oración de miles de personas le imploran favores. Villa de Cura está allí, llena de colorido y calor, música sacra y oración. Es el centro de una de las celebraciones religiosas más antiguas e importantes del país: la procesión del Santo Sepulcro.
Sobre su llegada a Villa de Cura hay muchas versiones. Una de ellas data del siglo XVI y habla del naufragio de un galeón español en las costas de Ocumare, cuando la imagen era transportada al Perú. El capitan Antonio de Bolívar y Rojas, justicia mayor de los Valles de Aragua, ordenó que la imagen fuera trasladada hasta el ingenio de Bolívar, en San Mateo, pero los indios confundieron el camino y fueron a dar a Villa de Cura.
Sus milagros se cuentan por miles y han convertido a Villa de Cura en un santuario donde cada Viernes Santo se derrama la devoción popular. Las manos de los fieles se alzan en una súplica que siempre encuentra respueda del Jesús que reposa dormido en el sepulcro.
ORACION:
Oh Dios que por la pasión de Cristo, señor nuestro, has destruido la muerte, consecuencia del primer pecado, que a todos los hombres alcanza, te pedimos nos haga semejantes a tu hijo, así quienes por nuestra naturaleza humanas somos imágenes de Adán, el hombre terreno; por la acción de tu gracia, seremos la imagen de Jesucristo: el hombre celestial. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Procesión del Santo Sepulcro Villa de Cura Aragua Venezuela 2010
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